¿Qué son los sumideros de carbono?
Los sumideros son depósitos, naturales o artificiales, capaces de capturar y almacenar gases de la atmósfera. En el caso de los sumideros de carbono, ayudan a reducir la cantidad de carbono atmosférico.
Se trata de una ayuda fundamental para luchar contra el calentamiento global actual y frenar los efectos del cambio climático. De hecho, un gran porcentaje de todas las emisiones de dióxido de carbono es captado por ellos.
Existen tanto sumideros naturales como artificiales ya que, mediante ciertas tecnologías, se puede almacenar carbono. Sin embargo, en la práctica los sumideros artificiales están aún lejos de poder captar una cantidad significativa de CO2 atmosférico que ayude a paliar los efectos del cambio climático.
Sumideros de carbono del sistema climático
Los principales sumideros naturales están presentes tanto en la superficie terrestre como en la superficie oceánica. Son fundamentales para la absorción y almacenamiento del dióxido de carbono atmosférico ya que son capaces de capturar casi el 50% de las emisiones de tipo antropogénico. Sin los sumideros oceánicos y terrestres, los niveles de CO2 atmosférico estarían cerca de 600 ppm en la actualidad.
El suelo, los bosques y el permafrost
Los bosques cubren aproximadamente un 30% de la superficie terrestre mundial y su papel como sumideros de carbono es muy importante: alrededor del 25-30% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad humana son absorbidas por los bosques. Según datos de Naciones Unidas, las masas forestales absorben el equivalente a aproximadamente 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Muchos países aplican a día de hoy una gestión sostenible de estos espacios naturales, pero en otros muchos la tala indiscriminada está diezmando los bosques a un ritmo muy elevado.
Además de las grandes masas forestales, los humedales también actúan como sumideros de carbono. A pesar de que ocupan alrededor de un 6% de la superficie terrestre, son lugares con gran biodiversidad ya que el 40% de todas las especies vegetales y animales viven o se reproducen en ellos. Son muy eficientes como sumideros y almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema. Solo las turberas almacenan el doble que todos los bosques del mundo.
Sin embargo, también son de los ecosistemas más amenazados del planeta. Pese a su alto valor, su deterioro es muy rápido, según datos de la Global Wetland Outlook, entre 1970 y 2015 se perdió aproximadamente el 35% de los humedales del mundo, y la tasa de pérdida se está acelerando desde el año 2000.
El permafrost también tiene un papel fundamental, ya que se estima que en él están almacenadas 1.5 billones de toneladas de carbono alrededor de todo el mundo. Sin embargo, el aumento de la temperatura media global podría provocar el deshielo de estas zonas, lo que supondría la liberación de enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera, que contribuirían enormemente al calentamiento global. De este modo, este “ gran sumidero de carbono” podría ser la mayor fuente de contaminación atmosférica.
Los mares y los océanos
Se estima que los océanos capturan aproximadamente un 30% del CO2 de origen antropogénico. El CO2 es disuelto en la superficie del océano y, tras una serie de reacciones químicas, queda fijado en organismos, formando parte de la concha de los moluscos, por ejemplo. También puede ser fijado en el sustrato marino, formando parte del fondo oceánico.
Sin embargo, aunque la retirada por parte de los océanos de CO2 de la atmósfera resulta positivo para la temperatura atmosférica, supone la acidificación de las aguas. Con este proceso se debilitan las conchas y los esqueletos de los animales marinos. Además, cuanto más ácidas sean las aguas, menos capacidad de fijar carbono de la atmósfera tendrán los océanos.
La relevancia de los sumideros para el clima
La gran cantidad de carbono que estos espacios naturales almacenan es vital para limitar el calentamiento global a niveles aceptables. Sin embargo, si los niveles de CO₂ siguen en aumento, cada vez resultará más complicado que se pueda capturar y almacenar. Aumentar la protección de los sumideros de carbono naturales puede mitigar los efectos del cambio climático. Para ello es necesario disminuir la contaminación de los océanos, proteger los bosques y humedales y apostar por la reforestación.