Qué significa...

Sostenibilidad

¿Qué es la sostenibilidad?

La sostenibilidad consiste en la gestión de los recursos de forma que puedan garantizar las necesidades actuales sin poner en peligro la satisfacción de las futuras.

La apuesta por la sostenibilidad trata de proteger al medio ambiente, teniendo también en cuenta los aspectos sociales y sin dejar atrás el progreso económico.

Aspectos fundamentales de la sostenibilidad

Existen ciertos aspectos que sirven como pilares a esta noción. Trabajar en ellos y concienciar al mayor número de personas acerca de su relevancia, ayudará a mitigar los efectos del cambio climático. También servirá para que los recursos estén menos comprometidos en las generaciones futuras.

El respeto por el medioambiente

Hay que tener en cuenta que, aunque los requerimientos de la población son muy ambiciosos,los recursos naturales son limitados. Por eso es fundamental no poner en riesgo la satisfacción de las necesidades futuras respetando el medioambiente.

En algunos países hay una reglamentación estricta relacionada con el uso de materiales que comprometen al medioambiente de forma directa. En los últimos tiempos se han hecho grandes avances en este sentido.

La prohibición de los plásticos de un solo uso o el cobro de las bolsas de plástico son ejemplos de cómo minimizar el uso de los plásticos. La sustitución de los plásticos por materiales biodegradables es una apuesta por la sostenibilidad medioambiental.

El desarrollo social

El desarrollo sostenible pasa por tener en cuenta los factores sociales. De hecho, muchos de los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) están relacionados con aspectos sociales como el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad e igualdad de género.

El crecimiento económico

La sostenibilidad pretende que los asuntos ecológicos, sociales y económicos se manejen con cierto equilibrio. La economía sostenible pretende ofrecer un buen nivel de vida a la población sin afectar en gran medida los recursos naturales. Para ello, debe generar riquezas que sean equitativas en diferentes ámbitos sociales.

El progreso económico no es incompatible con una mayor responsabilidad social y medioambiental. El desarrollo de los países más desfavorecidos tampoco debe comprometer aspectos relacionados con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, es por ello que las potencias mundiales han de ayudar económicamente a los países en vías de desarrollo.

Una apuesta por la sostenibilidad también puede ser una oportunidad desde el punto de vista económico, ya que aparecen nuevos sectores en los que se genera empleo y se puede invertir. La transición energética con la descarbonización y el cambio hacia un modelo de energías renovables es un ejemplo de ello.

Sostenibilidad en el ámbito personal

Por supuesto, la sostenibilidad no solo atañe a los gobiernos y las empresas. La acción individual puede resultar muy provechosa si un gran número de personas la llevan a cabo. Estas son algunas alternativas que se pueden implementar en nuestra rutina:

  • Reducir el consumo doméstico: Por ejemplo, siendo más responsables con el uso del agua. Apagar la luz al salir de una estancia, apostar por electrodomésticos de bajo consumo o no dejar los aparatos en ‘stand by’.
  • Reutilizar: Dar una segunda vida a la ropa o volver a utilizar los envases en múltiples ocasiones.
  • Reciclar: Separar los desechos en función del tipo de residuo.
    Apostar por productos de proximidad: Elegir alimentos cuyo origen es cercano reduce de forma considerable la huella de carbono asociada al transporte.
  • Transportes más sostenibles: El uso del transporte público reduce notablemente la emisión de gases de efecto invernadero. Evitar los vuelos para viajes de poca distancia o si no es imprescindible por las características del trayecto, también es conveniente. Otras alternativas como el uso del vehículo eléctrico también son grandes apuestas para la movilidad sostenible.