¿Qué es la COP (Conferencia de las Partes)?
La Conferencia de las Partes (COP) es la cumbre anual que organiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En ella participan los 196 países más la Unión Europea que conforman las denominadas Partes.
Se podría definir como el evento de reunión para la toma de decisiones de la Convención, que se compone de las Partes con derecho a voto que han ratificado o se han adherido a la Convención. En la COP, se examina la aplicación de la Convención y de cualquier instrumento jurídico que la COP adopte. Además, se toman las decisiones necesarias para promover la aplicación efectiva de la Convención.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se aprobó en mayo de 1992, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro y entró en vigor en marzo de 1994. Un año después, en 1995, se celebró en Berlín la primera COP.
El objetivo de la Convención es “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”.
De entre todas las COP celebradas, dos de ellas destacan por los tratados o acuerdos mundiales con objetivos concretos de reducción de emisiones:
- COP3, 1997: Protocolo de Kyoto
- COP21, 2015: Acuerdo de París.
Documentos fundamentales ya que gracias a ellos se dispone de un marco normativo.
Decisiones más importantes de la COP (Conferencia de las Partes)
Desde la primera COP de 1995, se han celebrado numerosas, pero no todas ellas han tenido el mismo peso. Desde entonces, hay dos acuerdos que han brillado con luz propia.
El Protocolo de Kioto, en la COP3
Este tratado internacional, adoptado en diciembre de 1997, contiene compromisos jurídicamente vinculantes que se unen a los contenidos de la Convención. El protocolo, sin embargo, entró en vigor el 16 de febrero de 2005 y en mayo de 2018 estaba constituido por 192 de las Partes.
Su importancia radica en que los países señalados en el anexo B del Protocolo (la mayoría de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, y los países de economías en transición) acordaron reducir, en el primer período de compromiso (2008-2012), sus emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero (GEI) (dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6)) en un 5% como mínimo respecto de los niveles de 1990.
A partir de las negociaciones climáticas de esta COP3, también se desarrolló el Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas, que ha sido una de las normas constitutivas de la gobernanza global en relación con el cambio climático.
Este principio señala que los países desarrollados tienen una mayor responsabilidad, debido a la mayor presión que han ejercido históricamente sobre el ambiente y a su mayor capacidad financiera y tecnológica.
El Acuerdo de París, en la COP21
Se aprobó en la COP 21 celebrada en 2015 aunque entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 y en mayo de 2018 ya contaba con la firma de 195 países y la ratificación de 177 de las Partes.
Uno de los objetivos fue el de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales. Pero además, se acordó seguir con los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático.
Asimismo, el Acuerdo tiene por objeto fortalecer la capacidad de los países para hacer frente a los impactos del cambio climático.
Temas principales que se abordan en las cumbres
A partir de la aprobación del Acuerdo de París, las sucesivas COP han ido elaborando la “hoja de ruta a seguir” y las reglas para su implementación como por ejemplo: cómo medir las emisiones, cómo garantizar un comercio de emisiones entre países asegurando su transparencia y que no se elimine la ambición del objetivo del calentamiento inferior a 2ºC.
Las diferentes cumbres han girado en torno a una serie de asuntos principales, de entre los que destacan dos. El primero es la mitigación, que engloba el conjunto de acciones para reducir las emisiones que provocan el calentamiento global. El segundo se centra en la adaptación a los cambios que ya se han producido y a los que vendrán. Los países menos desarrollados y amenazados por el cambio climático son los más relevantes en este segundo apartado.
Por ejemplo, la celebrada en Madrid en 2019, la COP25, entre otros acuerdos alcanzados, concluyó con la adopción de un acuerdo, denominado «Chile-Madrid Tiempo de Actuar», que sienta las bases para que, en 2020, los países presentaran compromisos de reducción de emisiones (NDC, por sus siglas en inglés) más ambiciosos para responder a la emergencia climática. Manifestaron que este acuerdo era de “urgente necesidad” para evitar el aumento mayor de 1,5ºC que se establece en el Acuerdo de París.